CAPILLA DEL NUEVO HUCA


Sagrario de Silicosis de bronce y esmaltes que ha
 sufrido un repinte total junto con los candeleros.

En la planta baja del nuevo Hospital Central de Asturias (inaugurado en 2014), algo escondida, podemos encontrar la capilla. Oficialmente se trata de un Salón de Cultos para la confesión que se solicite. 
Se trata de un espacio pequeño carente de sacristía y con un sencillo mobiliario. En el testero preside la talla de Cristo que se veneraba en la Residencia Sanitaria del antiguo Hospital, a su lado, el Sagrario de la capilla de Silicosis, así como el juego de seis candeleros y cruz de altar, el Vía Crucis de hierro que recorre la pared derecha y la imagen de la Virgen de Covadonga.
El cuadro de la Divina Misericordia, pertenecía a la capilla de la Residencia y junto con el Crucificado, son lo único cuyo traslado se hizo efectivo, ya que tanto sagrario como los demás ornamentos se hallan en paradero desconocido. 
Otros vestigios de las capillas del antiguo hospital están repartidos las nuevas instalaciones, como las vidrieras o reproducciones de los mosaicos y pinturas que Antonio Suárez hizo en 1961 para el Hospital General. 
Por otro lado, la iglesia de la Cadellada -conocida por su mural de Paulino Vicente- que en un principio se propuso para el culto del HUCA, permanece abandonada y en progresivo deterioro.
En esta capilla se celebra misa diaria y existen seis capellanes a permanente disposición de los pacientes, para administrar sacramentos y los auxilios espirituales.


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