CAPILLA DEL COLEGIO AUSEVA


Vidriera de la entrada

En los sótanos del Colegio Marista Auseva, construido según los planos de Hueso Bordeje en los años 80 y situado en el nº 14 de la Avenida de los Arcos, se encuentra la capilla.
Antes de entrar, en la puerta, podemos contemplar una imagen del Cordero Místico. Emerge de su costado un chorro de sangre y aparece recostado sobre el libro del Apocalipsis del que cuelgan los siete sellos. Este es Cristo, víctima ofrecida en sacrificio por el pecado del hombre.
Encima de esta puerta se haya a modo de caja de luz una vidriera emplomada del artista leonés Luis García Zurdo, en la que representa a Jesús como lo hacían los primeros cristianos, en forma de pezen griego "Ichthus". Esta palabra es a su vez la unión de las primeras letras de Jesús, Cristo, Hijo de Dios y Salvador. A cada lado, la primera y última letra del alfabeto griego (Ap. 21:6):"Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin".

Obsérvese como Zurdo emplea en el dibujo los contornos
negros característicos del emplomado de las vidireras



 Dentro ya, dirigimos la mirada al presbiterio, de forma ovalada y elevado sobre una grada de madera. A los lados se encuentran dos parejas de vitrales emplomados de García Zurdo y cuyos bocetos cuelgan de uno de los pasillos del colegio. En estos aparecen flores, un angel y el anagrama de la Virgen.
Siguiendo por la izquierda está el Sagrario y su lámpara, salidos del ovetense Rafael Urrusti, de quien el centro Marista tiene varias obras. Dicho Sagrario es de hierro pintado y presenta unas manos abiertas de las que brota una espiga. El resto está decorado con racimos de uvas, cruces y un pez. 
En el centro y detrás de un sencillo altar de madera destaca la escultura de hormigón de Jesús resucitado, obra de Higinio Vázquez, con una cruz metálica de fondo.
Del mismo autor y material es el grupo del lado de la Epístola, en el que la Virgen María acerca al niño Jesús a San Marcelino Champagnat -fundador de los HH. Maristas-, que arrodillado, sujeta un rosario en el pecho. Esta escena refleja de la mejor forma, el lema de la congregación: "Todo a Jesús por María".


Y para finalizar, sin menospreciar las lamparas de hierro también de Urrusti, frente al presbiterio, ocupa toda el espacio otra vidriera de Zurdo, ésta con nervios de hormigón.
Plasma el artista la Eucaristía, con vides y espigas. La cruz verde con brotes como árbol de la vida y un camino bajo el sol, aludiendo a Jesús como camino, verdad y vida.
Todos estos elementos, junto a algunas citas bíblicas, conforman este cuadro hecho de luz que da un ambiente de color y recogimiento a la pequeña capilla, creando en su conjunto una magnífica obra de arte para gloria de Dios.
Por desgracia, a comienzo del 2017, poco después de realizarse estas fotografías, se retiraron el altar y los objetos litúrgicos para dar otro uso al lugar.




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