CAPILLA DE SANTA BÁRBARA. FABRICA DE ARMAS DE LA VEGA

La decadente fábrica de La Vega, ocupa un solar de 120 000  metros cuadrados. Una ciudad oculta y desconocida para muchos ovetenses cercada por esos infranqueables muros que tantas veces habremos rodeado desde fuera, preguntándonos por lo que esconden. 

La fábrica se instala en 1856 sobre el emplazamiento del convento de Santa María de La Vega, fundado en el  siglo XII por Gontrodo Petri.

El 31 de Julio de 1854, la comunidad benedictina fue desalojada y trasladada al monasterio de San Pelayo, donde la última monja de La Vega, pediría unirse a las pelayas, disolviéndose definitivamente la comunidad original de Santa María de la Vega.

Del primitivo convento, se conservan incorporados a los edificios fabriles: los veinticuatro arcos del claustro bajo construido en 1670, dos portadas románicas, y una fuente próxima a la capilla.

Casi inaccesible por la maleza, sobresale cerca del muro izquierdo de la capilla esta fuente y dos columnas toscanas del antiguo monasterio.

 LA CAPILLA DE STANTA BÁRBARA

T erminada la guerra y habiendose destruido la anterior, se encarga al arquitecto Luis Menéndez-Pidal la construcción de la capilla dedicada a la patrona de los artilleros -Santa Bárbara- conservando las dos portadas románicas del antiguo convento derribado. Para ello, Menéndez-Pidal, diseña un templo de inspiración románica y extremadamente sencillo, que junto con el tono amarillento de la piedra, contratastan con los minuciosos capiteles y la caliza blanca de los arcos.

Esta capilla, consta de una sola nave, bajo un techo de madera a dos aguas, un ábside semicircular, sacristía del lado del Evangelio y una espadaña coronada por la Cruz de los Angeles.

Ante la ausencia de mantenimiento de la fábrica
la hiedra empieza a trepar por la portada sur.

Las portadas románicas son del S. XII y se atribuyen a la escuela de Villaviciosa-Sograndio. En la principal, podemos observar una triple arquivolta  sostenida por capiteles con motivos vegetales y de laceria, cuyo arco interior , poliobulado de influencia califal, constituye uno de los primeros ejemplos de esta tipología en el románico asturiano. 
La portada lateral, posee dos arquivoltas lisas sostenidas por un par de columnas con capiteles  de motivos vegetales (el de la izda.) y con grifos el de la derecha, ambos con imposta de billetes.
El interior acogía hasta hace relativamente poco la imagen de Santa Bárbara, colocada sobre el altar mayor. El retablo lateral  enmarcaba la pintura de Cristo en casa de Caifás, titulada "Yo soy", obra maestra de Luis Menéndez Pidal, padre del constructor de la capilla. Se trata de un oleo sobre tabla que el pintor asturiano tardaría cinco años en realizar. 
En una escena iluminada por la luna y una antorcha, Cristo mira fijamente al espectador, mientras Caifás le preguntaría:
-¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
La respuesta de Jesús da título a la obra.
El rosto que pinta Menéndez Pidal a Jesús es el mismo de la Sabana Santa de Turín. El artista se basa en unos dibujos realizados a partir de fotografías de la Síndone. 
En los años treinta en ques realizada la pintura, no pasa desapercibida en el mundo del arte ya que es expuesta en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y publicada en numerosos periódicos.

Foto: Biblioteca Virtual de Patrimonio Bibliográfico.

En los últimos años, con el cierre y abandono de la fábrica, se han retirado todos los objetos de la capilla. Los bancos se encuentran ahora en Noreña, el retablo lateral con una reproducción de la pintura de Menéndez Pidal, las dos lámparas y un confesionario, han pasado a formar la capilla del Palacio Episcopal y el cuadro de Jesús ante Caifás, propiedad del Ministerio de Defensa, está depositado en el Museo de Bellas Artes provincial .

Otros elementos interesantes que permanecen en la capilla y que pueden pasar desapercibidos, son las rejas de forja de las ventanas del ábside que imitan a las propias del románico con sus enrolladas volutas. Tampoco se han retirado la pila bautismal por su envergadura y estar fijada al suelo ni las tres sepulturas situadas al pie del altar.

Casa Moreno. Archivo de Arte Español